Su muerte no puede quedar impune
Sigo extremadamente molesto por la forma como ha manejado la prensa la condenable muerte de la joven contadora María Paola Vargas Ortiz, quien fue una nueva víctima de esos malditos seudos barristas que no son otra cosa que una recua indecente.
Algunos creen que es gracioso llamar "barristas" a esos asesinos . Osea que muchos amigos o amigas que conozco y que van a hacer barra por sus respetivos equipos, de la noche a la mañana también son "colegas" de esos miserables. No jodan pues, qué pasa en nuestro periodismo, ahora recuerdo que hay mucho turronero que se dice periodista y ni sabe escribir su nombre.
Paremos esta barbarie. Yo la veo muy cerca porque gracias a mi carné de Periodista Deportivo entro al estadio como Pedro en su casa, y lo que más detesto es el ver a esos indeseables. Imagínense que muchas veces he querido llevar al estadio a un ser querido, o a una enamorada, y simplemente me quedo en el deseo, porque no soy tan irresponsable.
Si bien yo tengo pase libre a la tribuna Occidente Pullman, igual para llegar o salir, puedo toparme con esa sarta de cobardes. Sino se pone mano dura a estos indeseables seguirán jodiéndole la vida a muchas familias más.
¿Qué estamos esperando para ponerle coto a esto?
Tomemos el toro por las astas, y luchemos porque se cambie la Constitución y se aplique la pena de muerte para todo aquel desalmado que piensa que tiene derecho a truncarle la vida a alquien que sí tiene un proyecto a futuro.
¿Y EL CULPABLE?
Ahora se dice, que el asesino sería un integrante de la llamada Trinchera Norte
-que denigra el buen nombre de Universitario de Deportes-el mismo que responde al apelativo de "Bolón". No se sabe aún si es o no el vil asesino, pero si lo es, que sepa que sus días y el de todos los que actúan peor que aninamles salvajes, están contados; porque ya la ciudadanía de a pocos empieza a darse cuenta que hay que reaccionar con firmeza ante ellos.
A grandes males, grandes remedios. Sin medias tintas acabemos con la escoria en nuestra sociedad. Ah me olvidaba, el quid del asunto no estriba en si fueron seudos barristas de la U, Alianza, Cristal u otro equipo. Como periodista no puedo defender a ninguno. Condeno el hecho porque no sólo hacen eso, sino que roban, realizan pintas en las fachadas de los domicilios, se drogan, y faltan el respeto a las mujeres, entre otras "hazañas".
Si los verdaderos barristas no quieren que se les vea como a unos delincuentes, entonces expulsen a los malos elementos de sus filas, y actúen como verdaderos varones. En "mancha" o solos siempre como hombres y no como cobardes.
No darle cabida en los medios de información, no mostrar imágenes de los insultos que se prodigan las barras rivales, también serviría, porque ignorarlos es lo mejor.
Ignorarlos sí, pero no apañarlos ni callar sus actos vandálicos.
