Katy García exhibiendo sus "virtudes" en vivo (Foto Captura: Peru.Com)
Movido por una curiosidad que supongo tenía el
morbo ahuevado de millones de peruanos, que sintonizan el programete "El
valor de la Verdad", vi algo de 20 minutos de la entrevista realizada a la
"señorita de su casa" Katy García. A la que más de uno tilda de
valiente por contar todas su "hazañas" en público. Al respecto, confieso
que ando pensando seriamente en replantearme mis conceptos. Me estoy dando
cuenta que el dinero te vuelve "valiente". Sí contar cochinaditas
íntimas e ínfimas sí que dan rédito.
Claro si hubiera sido por ejemplo un hombre digamos el "Churrito"
Hinostroza el que hubiera salido a declarar lo mismo pero del lado masculino,
no tardarían millones de féminas en tildarlo de cobarde, poco hombre, marica,
etc. Pero como es mujer, resulta que es un ejemplo a seguir. Y no es una pu
(ritana) sino simplemente viva y agarró de giles a sus amantes de turno. Eso no
es malo es bueno. Lo malo es creer que lo malo es malo. Parece una clase
dictada por esa aspirante a Miss Universo, que dijo que Confucio fue el
"que inventó la confusión". Dios mío.
Ahora aquí no se juzga a persona alguna, solo Dios puede hacerlo. Pero esta
chica -dicho sea de paso aluciné una 10 puntos y no lo es- tiene apenas 20
años. Tan joven, tan pobre y llena de falta de valores morales. Bueno no es
difícil entender de dónde le vienen esos adarmes de "talento" que exhibió
ante "Beto" Ortiz.
En ciernes, nuestra TV es un asco. Siempre agradezco tener la dicha de poder
ver algo por el cable. No me imagino ver el programita tedioso de Gisela
(viendo bailar a cuanto personaje sea posible), o el disforzado "Yo
Soy" y demás bodrios. Me disculparán miles, pero no le veo gracia a ver
cantar a alguien que sé bien no es determinado artista. Pero gustos son gustos
y mejor dejarlo ahí. Yo no me gasto en eso. El otro sábado estará otra dama en
el "Valor de la Verdad", cuyo nombre deben cambiarlo de hecho.
"El Valor de decir mierda al por mayor" me parece idóneo, se ajusta a
lo que se ve y oye. No se juzga pero como dice un dicho bien viejo: "Dios
perdona el pecado pero no el escándalo".
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