Miguel Grau Seminario... el peruano del milenio
Hoy es feriado en todo el país, por
la inmolación del almirante Miguel Grau y sus bravos hombres a bordo del
Huáscar, ante el cobarde enemigo del sur, en el combate de Angamos del 8 de
octubre de 1879. Pero lo que nos han ocultado durante años es el porqué la
corbeta Unión huyó del teatro de operaciones.
Se dice que Grau les dio esa orden, pero versiones sustentadas en documentos que estuvieron ocultos dicen otra
cosa. La verdad es que Grau fue un gran hombre un digno peruano, pero fue
un mal militar. Sí y también eso está documentado.
Sucede que en la guerra no puedes
otorgar concesiones menos ante un enemigo que nos doblaba en armamento y que
tenía 15 años preparado su plan de expansión territorial. Claro ahora en el
siglo 21 existen peruanos que del modo más cándido que existe piensan que Chile
es un país hermano.
Y eso que los chilenos se la pasan
mintiendo con eso de que aquí nos enseñan a odiarlos. Lo curioso es que basta
estar unas horas por ese país para notar que los peruanos no son bien
recibidos.
Grau debió bombardear los puertos
enemigos aun con población civil -indefensa- porque eso era lamentablemente
necesario. Los chilenos vieron en sus actos nobles lo que los idiotas confunden
con "estupidez". Por eso ellos sí bombardearon saquearon y violaron a
cuantos civiles pudieron.
Saquearon nuestro tesoro público,
jamás cumplieron el plebiscito de Ancón, chilenizaron a la mala Arica -también
Tacna- y aun ahora siguen mintiendo. Ellos como dijo el eximio expresidente
Ramón Castilla son el enemigo que vive en el sur.
Nada de olvido ni perdón. Hacer la
guerra no será el camino pero sí lo es estar siempre atentos sin volver a otorgar
concesión. Que lo entienda todo peruano que no se puede pensar en Chile como un
país más. Es el que ya una vez nos traicionó y la historia bien sabemos es como
la vida muchas veces cíclica.
Mis respetos a Don Miguel Grau
Seminario, pero entender la guerra como él la interpretó, al final no fue algo
que nos sirvió de mucho. Otorgó hándicap que chilenos miserables como el
genocida Patricio Lynch o Manuel Baquedano supieron usufructuar de modo astuto.
La guerra no se gana salvando
enemigos que se ahogan como los náufragos de la Esmeralda, ni dejando que el
invasor se logre apertrechar y gane tiempo. Los bombardeos que no hizo Grau
luego los sufrimos en nuestros puertos.
Se es gente con la gente y porquería
con la porquería. Así es la vida lamentablemente. Eso sí yo deseo con fervor
que el Huáscar se quede por siempre allá en la bahía de Talcahuano, Chile.
Porque aunque algunos no se han dado cuenta es una humillación perenne no para
nosotros sino para los chilenos.
Siempre veneran ese monitor como un
trofeo, y cierto lo es. un barco mal marinero como lo apodó la prensa chilena
de aquellos años aciagos del siglo XIX; un pequeño monitor que le hizo frente a
dos acorazados chilenos como el Blanco Encalada y el Cochrane; más
dos buques como el O´Higgins y Covadonga; los otros dos Matías Cousiño y
Loa, persiguieron a La Unión cuyo capitán Aurelio García García tenía una
vieja rencilla con Grau; tan parecida como la del traidor Nicolás de Piérola el
único peruano que festejó la derrota de Andrés Avelino Cáceres en
Huamachuco.
Estos hechos fueron no documentados
naturalmente cuando cursamos estudios escolares. Si el peruano promedio leyera
y se interesara por la historia de su patria quizás llegáramos a mejorar.
Por eso cuando dicen que el Perú ha
mejorado que ha crecido y demás falacias no puedo menos que emitir una mueca
amarga. Por Dios el retraso nuestro es tan grande como nuestra imaginación de
creernos cercanos al primer mundo.
"Quien no conoce su historia
está condenado a repetir sus errores", Paul Preston.
*Como colofón, recomiendo a todo
peruano leer el libro Las Señoritas de Tacna del gran Jorge Basadre.
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