El "Bombardero" Klose es el hombre gol de los germanos (FOTO: EFE).
Thomas Muller fue el "verdugo" de los ingleses (FOTO: AP).
Una vez más afuera. Inglaterra volvió a defraudar a quienes lo consideraban favorito a ser campeón, y se despidió en octavos de final del Mundial Sudáfrica 2010. En mis pronósticos de ayer, le otorgué el favoritismo a los ingleses, aun sabiendo que habían tenido una primera rueda para el olvido. Sin embargo, pensé que en una instancia decisiva saldría a relucir el gran bagaje de sus principales jugadores, que actualmente se cuentan entre los grandes cracks del planeta.
Pero en un increíble lapsus, soslayé que el rival de turno para los anglosajones era Alemania. Sí ese cuadro que no aparecía en la casa de apuestas como el gran favorito al título. Pero ya antes he señalado que tanto Italia como también Alemania no pueden ser jamás subestimados. Es cierto los bachiches quedaron fuera, pero normalmente son “duros de matar”. Los “panzers” por su parte jamás se dan por vencidos y derrotarlos suele ser una tarea épica.
La historia, registraba un marcado predominio alemán sobre los ingleses. Salvo en la polémica final de Inglaterra 66 jugado en el mítico Wembley; siempre el triunfo se fue para los Deutsch Jungen.
Hoy parece llorar el Tower Bridge, y la bella Piccadilly Circus ha perdido su alegría habitual. En contraparte el histórico Arco de Berlín luce imponente, y las cervezas se consumen por litros en tierra bávara. Imagino a mi hermana –nacionalizada alemana- con su Paulaner en la mano, y gritando ¡Top Deutschland!
Este domingo, Alemania goleó por 4-1 y dejó eliminado a Wayne Rooney y compañía. Hubo un hermoso gol de Frank Lampard desde larga distancia, increíblemente no validado por el pésimo árbitro Jorge Larrionda (Uruguay). Ganaron los alemanes y ratificaron que no pueden ser jamás dejados de lado. Pero el arbitraje fue funesto para los inventores del balompié. Si se hubiera convalidado el gol, el marcador se ponía 2-2 y quizás otro hubiera sido el final.
Pero Alemania no necesitaba de “ayudas” para ganar. No las necesita ni las necesitó jamás. Un equipo tres veces campeón del mundo no puede ser ignorado, pues ello es una falta de respeto a su rico background. No llegaban esta vez con el rótulo de favorito. Pero trajeron consigo su libro de historia. Los Podolski, Klose o Muller, parecen jugar con el alma del “Kaiser Beckenbauer, Matthaus o Rummenigge.
El DT alemán Joachim Low, espera ahora al vencedor del Argentina-México, para enfrentarlo en cuartos de final. Yo creo que se viene otro clásico mundialista. Los números se inclinan ligeramente a favor de los europeos. Pero la historia hay que escribirla, y esta recién va a comenzar.
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