La prensa peruana en tiempos del "Chino"

El pueblo aun ahora se vuelca a las calles rechazando al exdictador (Blog PUCP).

Hace una semana Canal N cumplió 15 años al aire. Más de una década informando de verdad a todos los peruanos. Un gran medio que en abril del 2000 se fajó contra la dictadura de Alberto Fujimori y su siamés Vladimiro Montesinos.

Canal N fue el único medio de TV, que se atrevió a transmitir en vivo el mitin de cierre de campaña de Alejandro Toledo desde la Plaza de Armas del Cusco, mientras que todos los demás medios de señal abierta más RPP Noticias, estaban alineados con el mitin de Alberto Fujimori desde el Paseo de la República, olvidando que debían también informar sobre el otro candidato con mayor chance de llegar al sillón presidencial.

Claro han pasado los años y ahora muchos no se "acuerdan" y otros ni lo vivieron. Pero yo sí y el escándalo de tener una prensa comprada por un momento casi me lleva a alejarme de esta profesión. De hecho un gran tiempo me alejé asqueado de tanta argolla y mermelada al por mayor.

Pero me da igual lo que algunos "iluminados" digan o piensen porque siempre supe sustentar mis ideas con pruebas. Ahora muchos hablan de democracia, y se rasgan las vestiduras cual émulos de Caifás. Antes no los vi o quizás se escondieron.

Canal N, el diario La República con su eterno líder ya desaparecido Gustavo Mohme Llona y el gran César Hildebrant, se atrevieron cual Llanero por lo solitarios, a hacerle la guerra a una dictadura de las más bajas que se recuerde en el Perú. Un japonés nos vio la cara no de cholitos sino de cojudos. 

Y eso va solo para él, que manchó solo a su gran nación. Porque ojo Fujimori jamás representó a un país como Japón que merece más que respeto. No señores él fue la oveja negra de un país que se hizo solo, como bien se le reconoce. "El milagro japonés" no requiere mayores explicaciones pero sí admiración plena. 

Ahora es fácil hacer Periodismo, de hecho cualquier "iluminado" da cátedra hasta es "profesor" pero antes en tiempos no del Cólera sino de Dictadura, pocos casi ninguno tuvo las agallas de decir lo que realmente pasaba y cómo nos metían el dedo de modo descarado, como cuando se orquestó el fraude para que Fujimori ganara en primera vuelta. Un escándalo de proporciones mayúsculas, que hoy la dictadura venezolana comparada a la que sufrimos, es un juego de ronda colegial. Parecería un cuento de hadas.

Estudié Periodismo y no para ser turronero con el perdón de aquellos que expenden ese manjar tan empalagoso y rico a la vez. Me enseñaron a pelear por la verdad como principio básico; y no soy fiel seguidor de las masas, ni pienso ganarme simpatías como aquellos que buscan un voto previo a una elección; aunque añadiré -esto ya de mi cosecha- que me encanta ese "No a la coima" y el "Pare de sufrir".

No leerá jamás mis notas en un diario y quizás no ostente más de 50 seguidores en Twitter pero me voy a dormir siempre con mi conciencia tranquila sabiendo que digo lo que es y con fundamento.

Y antes que salga algún cómico a refutar lo irrefutable, le sugiero que lea, se informe y se desasne como diría el genial MVLL. Hay un libro buenísimo "El rostro oscuro del poder" de Francisco Loayza Galván. Uno donde se reseña con lujo de detalles cómo un señor llamado Alberto Fujimori con carita de bueno, sin articular bien el idioma y con aspiraciones serias solo de alcanzar un escaño en el Congreso -que luego cerró para darle legalidad a su régimen de facto- logró sentarse en el sillón de Pizarro. 

Claro todo se dio de modo bien orquestado. Muchos que ahora son líderes de opinión, por aquellos tiempos con su silencio resultaron cómplices perfectos. 

Yo agradeceré siempre a Canal N porque de no haber existido, seguro mi ignorancia se parecería mucho a la frase célebre del inmortal Sócrates. "Solo sé que nada sé". Hace años lo cambié por "Solo sé que sé mucho y aun así no sé nada".